La gripe

Claves para protegerse cuando nos toca sufrirla

La gripe es una enfermedad viral que suele manifestarse durante los meses más fríos del año. Se caracteriza por síntomas como fiebre alta (hasta 39°C), escalofríos, dolor de cabeza, molestias musculares, estornudos, tos persistente, secreción nasal, lagrimeo y una leve irritación en la garganta.

Por lo general, la gripe tiene un curso autolimitado, con una duración aproximada de cinco a siete días. Sin embargo, algunos síntomas pueden prolongarse durante dos o tres semanas.

¿Cómo se transmite?

Este virus es altamente contagioso y se propaga principalmente a través del aire por medio de la tos y los estornudos. También puede transmitirse mediante el contacto con superficies contaminadas, como juguetes, utensilios o toallas, así como por contacto directo con las manos.

La gripe es más frecuente en otoño e invierno, y su período de incubación suele ser de 48 horas, aunque puede oscilar entre uno y siete días.

¿Cómo prevenir la gripe?

Para reducir el riesgo de contagio, se recomienda:

  • Lavarse las manos con frecuencia para evitar la propagación del virus.

  • Usar pañuelos desechables y desecharlos tras su uso.

  • Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar.

  • Ventilar los espacios cerrados, especialmente aquellos donde haya personas enfermas.

  • Vacunarse antes del invierno si se pertenece a un grupo de riesgo, ya que la inmunización tiene una duración de un año.

¿Por qué es necesario vacunarse cada año?

El virus de la gripe muta constantemente, lo que dificulta que el sistema inmunológico lo reconozca en cada nueva temporada. Por este motivo, la vacuna debe actualizarse anualmente para adaptarse a las cepas en circulación y ofrecer una protección efectiva.

¿Quién debe vacunarse?

En España, la vacunación anual está especialmente recomendada para:

  • Niños con enfermedades crónicas que los hagan más susceptibles a complicaciones (asma grave, diabetes, enfermedades renales o del sistema inmunológico, trastornos neurológicos con hipotonía, tratamientos prolongados con aspirina, etc.).

  • Personas mayores de 65 años y aquellas con patologías que aumentan el riesgo de complicaciones.

  • Embarazadas, ya que la gripe puede afectar tanto a la madre como al bebé.

  • Personal sanitario y cuidadores, para minimizar la transmisión del virus en hospitales y residencias.

El Sistema Nacional de Salud proporciona la vacuna de forma gratuita a los grupos de población con mayor vulnerabilidad.

Para más información, consulta con tu médico o farmacéutico.

Fuentes: Sociedad Española de Pediatría, Ministerio de Sanidad